Un toque de trompetas anuncia solemnemente el inicio de la Santa Misa. La Iglesia está llena de gente. A la señal, todo el cortejo avanza entonando una música dedicada a la Santísima Virgen “Es María la Madre de Cristo”.

Así es como empezó la visita de la imagen peregrina del Inmaculado Corazón de María a la parroquia de San Pedro en Conocoto. Los Heraldos del Evangelio colaboraron con la animación litúrgica de las Eucaristías así como también ayudaron al párroco en el rezo del Santo Rosario durante las procesiones que se hicieron en alabanza a la Madre de Dios.